Aprendiendo a vivir con la alergia.


La actuación con Antonio desde un primer momento es la de evitar los alimentos con cacahuetes, bacalao y frutos secos para evitar las llamadas reacciones cruzadas que pueden dar otros alimentos aunque no sean cacahuetes, por lo tanto nada de alimentos con frutos secos, trazas de éstos y/o trazas de frutos de cáscara, también evitamos nuez moscada y coco que se supone que es el fruto seco más grande que existe, así como el bacalao o pescados de la misma familia como bacaladilla y abadejo (viendo un documental nos enteramos que las gulas, surimi, palitos de cangrejo….están hechos con abadejo) por lo tanto no come de nada de eso. Los nuggets de pescado de Mc Donald también son de abadejo por lo que una cosa más que no puede comer. Las revisiones de alergología han transcurrido con normalidad hasta que un día nos mandaron la inyección de adrenalina, para administrar en caso de shock anafiláctico. Tras haberle contado al alergólogo un episodio ocurrido durante la noche, en el que el niño tuvo un ataque de asma bastante fuerte, tenía cerrados los bronquios pués no hacia mas que toser, y al intentar respirar se le oía un silbido como si no pudiera pasar aire a sus pulmones. En lo que el medico concluyo que casi con total seguridad seria un episodio debido a algún tipo de alergia. Esa noche con el espanto y nerviosismo de ver que no podia respirar correctamente nuestro hijo, actuamos como pudimos dándole ventolín para intentar abrir los bronquios y flusonal pensando que lo hacíamos correctamente. Cuando conseguimos que respirara un poco lo llevamos al servicio de urgencias, en ese primer momento no llamamos al servicio de urgencias que hubiera sido lo mas aconsejable. Una vez en urgencias ya nos dijeron que seguramente se trataría de un episodio de asma alérgico. La pediatra nos dijo que si presentaba síntomas de no poder respirar le dieramos Aerius, Deflazacort y en último lugar la inyección de adrenalina si era necesario, pero nunca hemos entendido bien esa actuación de darle todo y salir para urgencias.
Ahora desde que tenemos la inyección siempre la llevamos encima, y tuvimos que comprar otra para llevar al colegio, ahora alli tenemos dos, una con la profesora y otra con las monitoras del comedor.

4 respuestas a “Aprendiendo a vivir con la alergia.”

  1. Hola buenas, yo tengo 28 años y desde los 19 años tengo una alergia a una proteína ltp, esta en los frutos secos muchas frutas y verduras, al principio me dio una reacción anafilactica con los frutos secos pero años después también con otros alimentos bastante diferentes. Yo vivo en madrid y el alergólogo me dijo que había una relación puesto que eran alimentos muy distintos y me dijeron que era esta proteína lo que me causaba el shock, a veces hay estudios sobre esto si pudieras dar con un hospital universitario sería estupendo porque ami me ha ocurrido de mayor como quien dice y es una alergia para toda la vida, he tenido cinco shocks y hay que tomarselo muy en serio. Yo llevo adrenalina y corticoide en pastillas ademas de antistaminicos pero psicológicamente tengo mucho miedo a comer fuera y todo ese control constante sobre las trazas los restaurantes etc es muy estresante. Hay que aprender a vivir con ello.

    • gracias por tu comentario, la verdad es que nosotros hemos tenido suerte y nunca hemos tenido ningún shock anafiláctico y espero seguir así , pero el miedo a comer fuera de casa incluso a que los etiquetados no sean los correctos siempre está ahí, hay que aprender a vivir con ello y aceptar que el resto del mundo pueda no tenerte en cuenta.

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